La cata de aceite es una práctica fundamental para comprender el valor y la calidad del aceite de oliva virgen extra, símbolo por excelencia de la provincia de Jaén.

A través de este proceso sensorial, se analizan las características organolépticas del aceite —aroma, sabor, textura y equilibrio—, elementos que revelan su origen, su pureza y su excelencia.

El propósito de una cata de aceite

Catar un aceite no consiste simplemente en degustarlo, sino en evaluar y reconocer sus cualidades. Igual que ocurre con el vino, el aceite de oliva se somete a un análisis que permite distinguir los matices de cada variedad, su estado de madurez y el modo en que ha sido elaborado.

Mediante una cata, es posible identificar si un aceite es virgen extra, virgen o lampante, y apreciar los factores que lo convierten en un producto único.

Durante la cata se valoran tres aspectos principales:

  • El aroma, que puede recordar a hierba recién cortada, tomate, higuera, almendra o manzana.
  • El sabor, donde destacan el amargor y el picor naturales del aceite, en equilibrio con su dulzura.
  • La sensación en boca, que revela su frescura, densidad y persistencia.

La cata de aceite en el Museo de la Cultura del Olivo

Dentro de las rutas organizadas por Rutas del Olivo, uno de los puntos más destacados es el Museo de la Cultura del Olivo, en la Hacienda La Laguna, en Baeza. En este espacio se realiza un taller de iniciación a la cata de aceite, orientado a divulgar los principios básicos del análisis sensorial y a fomentar el conocimiento sobre el aceite de oliva virgen extra.

Durante el taller, los participantes aprenden la metodología utilizada por los paneles de cata profesionales: el uso de copas azules, la importancia de la temperatura, la técnica de olfacción y la forma correcta de saborear el aceite. Este acercamiento permite comprender el trabajo que hay detrás de cada muestra y valorar el esfuerzo de los productores locales.

El valor cultural y educativo de la cata

La cata de aceite es también una herramienta educativa que ayuda a conservar y difundir la cultura del olivar. A través de ella, se pone en valor el patrimonio agrícola de Jaén, el conocimiento transmitido de generación en generación y la importancia de consumir aceites de calidad.

Entender la diferencia entre un aceite virgen extra temprano y uno convencional es, en definitiva, aprender a reconocer la identidad de un territorio que vive por y para el olivo.

Una práctica esencial dentro del oleoturismo en Jaén

En Rutas del Olivo apostamos por la divulgación y la formación. La cata de aceite ocupa un lugar central dentro de nuestras propuestas de oleoturismo, ya que permite que cada visitante comprenda el proceso completo: desde el cultivo del olivo hasta la valoración del producto final.

Esta actividad se integra en los paquetes personalizados que diseñamos para grupos, centros educativos y viajeros interesados en conocer el aceite desde una perspectiva técnica, cultural y sostenible.

Aprende a catar y a valorar el oro líquido de Jaén

La provincia de Jaén es la mayor productora de aceite de oliva del mundo y la cata es la puerta de entrada para conocer su verdadero potencial. Participar en un taller de cata de aceite en el Museo de la Cultura del Olivo es una forma de aprender a distinguir la calidad, identificar los aromas del campo y entender el trabajo que hay detrás de cada botella de AOVE.

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